viernes, 2 de octubre de 2015

La historia del gol olímpico

Cesáreo Onzari, autor del primer gol olímpico de la historia frente a Uruguay.
Un gol olímpico es prácticamente  un hecho inaudito y es celebrado con muchísima euforia por la espectacularidad de la jugada, como si fuera un gol de arco a arco o desde mitad de cancha. Sin embargo, hay una cuestión que lo distingue por competo: se trata de un gol anotado directamente desde un tiro de esquina, es decir, desde un ángulo nulo, extremadamente cerrado, sin que nadie toque el balón en su trayectoria hacia el arco.

Aunque en muchos casos -y según el pateador- quedará el análisis en el imaginario popular de cualquier hincha. “¿Quiso tirar un centro o pateó al arco?”. A confesión de partes, solamente lo sabrá quien haya sido el protagonista excluyente de semejante acontecimiento.

Existen “especialistas” y otros jugadores que se convirtieron en “héroes” producto del azar. Aquí, la historia del gol olímpico desde sus orígenes hasta la actualidad

ORIGENES DEL GOL OLIMPICO

Corría el mes junio de 1924, cuando la International Football Association Board (IFAB) modificó el artículo 11 del reglamento, autorizando por primera vez la concreción de un gol directamente desde un tiro de esquina.

Después de haber leído el boletín oficial, Ernest Edwards (periodista del Liverpool), encontró una ambigüedad en el texto que compartió con los dirigentes del Everton: “No hay nada allí que prohíba tomar el balón y, en lugar de verse obligado a rematar, regatear hasta convertir. ¿Por qué no probar y ver qué sucede?”.

Edwards tuvo un cómplice perfecto para su experimento en el Liverpool, el delantero Sam Chedgzoy. Habitual encargado de los tiros de esquina, Chedgzoy cumplió al pie de la letra con el plan durante un partido de esa temporada, dejando perplejos a todos los presentes. Cuando el árbitro comenzó a increparlo, el futbolista preguntó: “¿Qué hay en la regla que me impida hacerlo?”.

La respuesta lo dejó al juez sorprendido por completo y, una reunión de emergencia de la IFAB, se corrigió el mencionado artículo. El primer tanto del que se tenga registro le corresponde a Billy Alston, quien marcó en agosto por esta vía en un partido de la Segunda División de la Liga de Escocia. Sin embargo, la fama del gol olímpico nació precisamente en Sudamérica.

El gol olímpico de Cesáreo Onzari en Argentina 2- Uruguay, en 1924.
DESDE EL RIO DE LA PLATA HACIA TODO EL MUNDO

Argentina vs. Uruguay es considerado el clásico con mayor historia en Sudamérica. La rivalidad entre ambos países viene de antaño y durante el comienzo del siglo XX era común jugar varios partidos en un mismo año, a un lado y otro del Río de la Plata, en el denominado “clásico rioplatense”.

Para esa misma época, la selección albiceleste organizó dos amistosos frente al consagrado equipo charrúa, que venía de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 1924. El primer partido se disputó el 21 de septiembre en Montevideo (1-1), y la revancha se disputó una semana más tarde, en Buenos Aires, aunque debió suspenderse por incidentes.

Finalmente, la revancha, se jugó el 2 de octubre, con victoria de Argentina por 2 a 1, en la cancha de Barracas Central.

A los 15 minutos, y con el partido 0-0, el delantero argentino Cesáreo Onzari ejecutó un tiro de esquina desde la izquierda y con tanto efecto que, para desgracia del arquero uruguayo Antonio Mazzali, se coló contra el primer palo. La prensa deportiva de entonces lo transformó en el primer gol olímpico, tras la resonante victoria nada menos que frente a los primeros campeones olímpicos. Un maravilloso juego de palabras que quedará grabado para siempre en cualquier futbolero…

"Me salió porque tenía que salir. Quizá el arquero se había levantado mal ese día o lo hayan molestado, porque nunca más emboqué otro. Cuando vi la pelota adentro, no podía creerlo”, había reconocido Onzari, que pasó a la fama por convertir el primer gol olímpico.

El árbitro uruguayo Ricardo Villarino jamás dudó en convalidarlo, ya que conocía la nueva disposición “aun cuando no nos ha sido comunicada a los referees de la Asociación Uruguaya de Football”, había señalado una vez finalizado aquel histórico partido.

Además, aquel día se lo recuerda también por haber sido el bautismo de la vuelta olímpica, otro hito "made in Argentina" que aun perdura en todas las finales en cualquier estadio del mundo.

Es que, al consumarse tamaño acontecimiento de vencer a un campeón olímpico, los jugadores argentinos comenzaron a recorrer todo el perímetro de la cancha saludando a su público en señal de gratitud ante semejante victoria. De ahí surgió el nombre la "vuelta olímpica" que se traduce en algo así como tocar el cielo con las manos Un ritual que todo campeón de cualquier competencia anhela hacerlo al momento de llegar a la gloria.



LOS ESPECIALISTAS

Más allá del histórico (¿fortuito?) gol del argentino Onzari, su compatriota Juan Ernesto Cococho Álvarez se convirtió en un verdadero experto en materia de goles olímpicos. Durante sus seis temporadas en el fútbol de Colombia, Álvarez anotó apenas 35 goles en 226 partidos, de los cuales, 8 fueron olímpicos, con la particularidad de que en agosto de 1976, jugando para el Deportivo Cali, ¡le marcó dos al Deportivo Cúcuta en el mismo partido!

Más adelante, Álvarez confesaría el secreto de su éxito: “quedarnos tras la práctica con el colombiano ‘Ñato’ (Ángel María) Torres pateando tiros de esquina a ver quién metía más. En 1979 hicimos otra vez dos goles olímpicos en un partido, a Quilmes, y por la Copa Libertadores, pero uno cada uno. No sé cuántos equipos pueden decir que lograron algo así”.

El alemán Bernd Nickel también se convirtió en un gran especialista. Marcó 141 tantos como jugador del Eintracht Frankfurt (Alemania), y 4 de ellos fueron olímpicos y anotados en las cuatro esquinas del Waldstadion. El primero se lo hizo al legendario Sepp Maier en el aplastante 6-0 sobre el Bayern Múnich (1975), y con una particularidad envidiable: ¡el olímpico fue ejecutado desde la izquierda y con su pie izquierdo!

Alvaro Recoba tiene 6 goles olímpicos en toda su carrera.
Pero, sin dudas, el verdadero especialista es el uruguayo Alvaro Recoba. Dueño de una zurda envidiable, Recoba se transformó en un referente del gol olímpico. A los 39 años, sigue asombrando al mundo con su pegada. Es más, en enero de este año, el "Chino" Recoba convirtió su sexto tanto desde un córner en un partido amistoso frente Sportivo Luqueño (Paraguay) y se suma a los goles convertidos al Empoli (jugando para el Inter de Italia), Liverpool, Fénix, Argentinos Juniors y Wanderers (todos con la camiseta de Nacional de Montevideo)




Otros especialistas son el recordado lateral izquierdo brasileño Roberto Carlos jugando para el  Corinthians (2011), quien convirtió un gol olímpico ¡¡"de 3 dedos!!. También figuran Juan Román Riquelme, David Beckham y Ronaldinho, entre otros. No hay nada librado al azar sino que todos coinciden en algo: son verdaderos especialistas en tiros libres…

Pero, si de curiosidades y récords se trata, habrá que fijarse entonces en otro argentino, Aníbal Francisco Cibeyra, quien anotó 3 goles olímpicos con la camiseta del Emelec (Ecuador) ¡en tres clásicos consecutivos contra Barcelona de Guayaquil! Esta semejante proeza fue realizada en 1978 y le valió el apodo de El Loco de los goles olímpicos.

En el fútbol argentino, donde nació el gol olímpico y además cuenta con varios especialistas en esta materia, el último jugador en haber convertido desde córner es Federico Mancuello, actual estrella de Independiente, en el 3 a 1 frente a Tigre, por la fecha 13 del Torneo de Primera División de 2014.





MAS CASOS

En 1953, Charlie Tully (de Irlanda del Norte) convirtió un gol olímpico para el Celtic frente al Falkirk, pero el árbitro hizo repetir el tiro de esquina por considerar que la pelota estaba afuera del cuarto de círculo. Pero, sin inmutarse, Tully volvió a ejecutar el tiro de esquina y ¡volvió a convertir! Incluso, un año antes, le había anotado con su selección a Inglaterra en un amistoso.

"Super" Mario Basler, el referente del gol olímpico en Europa
También en Europa, otro experto en goles olímpicos fue el alemán Mario Basler, quien en la temporada 1994-1995 anotó 20 goles en 33 partidos con el Werder Bremen, incluyendo dos goles desde un córner contra el Duisburgo y el Friburgo. El gol contra este último equipo quedó inmortalizado en el estadio Weser, con un artículo colocado en la sala de lectura: "Cuando ejecutas de una manera realmente sobresaliente, puedes marcar directamente desde una esquina. Esto es lo que Mario Basler hizo con su gol ante el Friburgo, que fue el inicio de una clara victoria por 5-1 en casa, aquí en el estadio Weser, el 10/03/1995". El texto figura en la esquina de la pared, y se puede leer de un solo lado: "Super Mario estuvo aquí".





Otra anécdota lo enmarca a Pep Guardiola como “culpable” de un olímpico. En su época de jugador del Barcelna, Pep dejó pasar un envío de De Pedro que no presentaba riesgos creyendo que un compañero iba a rechazar el balón, pero finalmente, el exquisito volante de la Real Sociedad anotó su primer gol olímpico. Más tarde, De Pedro anotaría otro al Salamanca para cerrar su carrera con dos goles olímpicos.

EL UNICO GOL OLIMPICO EN UN MUNDIAL

Hasta el momento, el único gol olímpico convertido en una Copa del Mundo le pertenece al colombiano Marcos Coll, nada menos que frente al inolvidable arquero ruso Lev Yashin, considerado el mejor portero de la historia, en Chile 1962.

"Hubo un enorme rugido porque marqué un gol contra el hombre que fue el mejor portero del mundo. Todos estaban emocionados porque había marcado un gol olímpico directo desde la esquina. Fue un gran incentivo para mi país, Colombia. Realmente fue una locura", dijo Coll en una entrevista a la FIFA.





Ya se han convertido muchísimos goles olímpicos después de 91 años de aquella memorable hazaña de Onzari frente a los uruguayos. A pesar de la tecnología, del desarrollo de los botines tan parecidos a un “guante” y de una pelota cada vez más veloz y liviana, los goles olímpicos jamás dejarán de sorprender.


MAS GOLES OLIMPICOS

Nota creada y publicada por @maxikron

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