viernes, 27 de junio de 2014

¡Insólito!: Nació en Brasil, jugó para Argentina

Aaron Wergifker, el único brasileño que jugó para la Selección Argentina.

¿Se imaginan en estos tiempos a un brasileño jugando para la selección Argentina? Sinceramente, cuesta creer que esto sería posible en el tercer milenio, sobre todo por la eterna rivalidad futbolística que existe entre argentinos y brasileños. Pero, efectivamente, la historia y los libros no mienten: los registros indican que hubo un futbolista brasileño que jugó con la camiseta albiceleste. Un caso inédito entre ambos países vecinos pero "enemigos" cuando hay una pelota de por medio.

Aarón Wergifker ha sido protagonista de una historia particular que lo pinta de cuerpo entero. Nació el 15 de agosto de 1915 en la ciudad de Sao Paulo, una vez que sus padres de origen ruso decidieran abandonar su tierra moscovita en la antesala de la revolución bolchevique, para buscar nuevos horizontes al otro lado del océano, en Brasil.

Rápidamente, los Wergifker decidieron dejar la tierra paulista en busca de un futuro mejor. Con el pequeño Aarón de apenas tres meses de vida, se radicaron definitivamente en la Argentina, considerada en aquel entonces como una nación en constante progreso que le abría las puertas a cualquier extranjero. Para muchos, la Argentina era sinónimo de un país desarrollado por ser el "granero del mundo", una de la grandes potencias del planeta que alentaba a los habitantes a tener un futuro con esperanza debido a su elevada calidad de vida.

Ya afincado en Buenos Aires, Aarón comenzó a tomar el gusto por el fútbol hasta que en 1932 y con apenas 18 años, debutaba como half izquierdo en la primera de River Plate, en un partido frente a Lanús que finalizó 1-0 para el equipo Millonario.

Cariñosamente, sus compañeros solían llamarlo “Pérez” para así descomprimir su apellido extremadamente difícil de pronunciar, como si fuese un trabalenguas.

Wergifker era un jugador aguerrido, de gran eficiencia en la marca por su despliegue, manejo y dinámica. A pesar de su escasa ductilidad y extrema rigidez para jugar al fútbol, el hombre brasileño se destacaba por su caballerosidad deportiva. Fue un verdadero símbolo de River, uno de los clubes más populares del fútbol argentino, y quedará en la memoria por haber sido partícipe del primer título del equipo Millonario en la era profesional (1932).

Wergifker (último arriba a la der.), en River campeón 1936. 
Allí jugó 203 partidos hasta 1941, apenas convirtió 2 goles siendo uno de los baluartes del club al lograr 4 títulos con la banda roja, destacándose en el mencionado campeonato de 1932 y en los torneos de 1936, 37 y 1941.

Wergifker fue compañero de grandes emblemas en la historia del fútbol argentino como Juan José Minella, el Charro Moreno, Carlos Peucelle y el temible artillero Bernabé Ferreyra, hasta que en 1942 pasó a las filas de Platense, donde jugó 106 partidos hasta el año 1946, el año que marcó su retiro.

Lo más impactante aún es que Wergifker, a pesar de haber nacido en Brasil, siempre ha llevado en sus genes el gusto por el fútbol criollo desde la era amateur defendiendo los colores de River hasta su debut en Primera, durante el profesionalismo.

Wergifker, muy querido en River y respetado por los hinchas de cualquier camiseta, se nacionalizó argentino y vistió la camiseta albiceleste durante los años 1934 y 1936, pero no participó del Mundial de Italia 1934. Fue el primer y único futbolista brasileño en defender los colores de la Argentina y forma parte del selecto grupo de los 12 extranjeros en jugar para la Selección.

Según indican los libros de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Wergfiker enfrentó a Uruguay en los únicos cuatro partidos que jugó con la camiseta albiceleste, entre los años 1934 y 1936.

Su debut con la selección Argentina ocurrió el 15 de agosto de 1934 (después del Mundial que coronó a Italia campeón como país organizador), en un amistoso frente al equipo charrúa, con triunfo argentino por 1-0 en Buenos Aires, y los tres restantes fueron por diferentes competencias.

La Copa Héctor Gómez consistía en un sólo partido -sin revancha- en el duelo entre argentinos y uruguayos, y en caso de empate el trofeo quedaba para el equipo visitante, como ocurrió el 18 de julio de 1935, tras el 1-1 en Montevideo. El otro encuentro fue por la Copa Juan Mignaburu, cuyo sistema era similar a la copa anterior, también con resultado a favor del conjunto albicelteste, por 3-0 en Buenos Aires.

El último encuentro de Wergifker con la camsieta argentina se produjo el 20 de septiembre de 1936, también por la Copa Héctor Gómez, con triunfo para los uruguayos por 3-1 en Montevideo.

En estos cuatro encuentros Aarón Wergifker, o "Pérez", o mejor dicho, el argentino-brasileño obtuvo dos Copas con la selección Argentina: ganó dos partidos, empató uno y perdió el último encuentro frente al conjunto charrúa. Además, completó los noventa minutos en los cuatro partidos que disputó. Este es el detalle:

     Día                Ciudad             Motivo                    Rival        Resultado
15/08/1934:    Buenos Aires      Amistoso                   Uruguay         1-0
18/07/1935:    Montevideo        Copa Héctor Gómez   Uruguay         1-1
15/08 1935:    Buenos Aires     Copa Juan Mignaburu  Uruguay        3-0
20/09/1936:    Montevideo         Copa Héctor Gómez   Uruguay        1-2

Wergifker fue el último sobreviviente del recordado River campeón de 1936 hasta que su vida se apagó con honores, a los 99 años. Esta es la historia del único hombre que nació en Brasil pero el corazón pudo más que su documento paulista y, sin dudarlo, jugó para la selección Argentina, el eterno rival de la verderamarela, en un acontecimiento totalmente impensado para los tiempos que corren. 

Se trata de un maravilloso episodio que sólo el fútbol de los años 30' es capaz de entregar. Como si fuera una fábula o un cuento de ciencia ficción, pero la realidad indica que la historia de Wergifker y su amor por la camiseta argentina se ha convertido en leyenda.

                                                       Nota exclusiva, creada y publicada por @maxikron
                                                                  Ilustración exclusiva de @sanTOSCANNI

                                                                       

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